Datos sobre el desalojo de campesinos con saldo fatal. El clima esta
bastante complejor, hay muchos intereses en juego, manipulaciones,
conspiraciones y un avasallamiento total a las familias campesinas.
A unos 270 kilómetros de Asunción, en el lugar
conocido como Colonia Ybyra Pyta o Campo Morombi del Distrito de
Curuguaty tuvo lugar un enfrentamiento fatal entre policías y
campesinos, según los datos que se manejan hasta el momento sólo se
pueden confirmar las bajas totales del cuadro policial que asciende a un
número de seis agentes, entre ellos el jefe y sub jefe del GOE (Grupo
de Operaciones Especializadas) que realizó el operativo con unos
doscientos cincuenta efectivos. De los cincuenta o sesenta campesinos
que estaban resistiendo en la ocupación se sabe provisoriamente que once
fueron abatidos por la policía, nueve están imputados y el resto están
desaparecidos.
Las víctimas fatales entre los campesinos ascienden a
un mínimo de once, nueve cuerpos fueron encontrados el viernes 15 de
junio día que se produjo el trágico hecho, al día siguiente los
pobladores del lugar se organizaron y entraron al campo para buscar a
más campesinos, momento en que encontraron dos cuerpos y todo indica de
que podrían haber más cadáveres abandonados en la zona o personas
heridas que no están recibiendo atención médica y no puedan salir del
lugar. Los referentes civiles y pobladores/as en general siguen con las
búsquedas.
Entre los detenidos e imputados por la fiscalía, se
debe mencionar que se hallan personas del distrito que ni siquiera se
encontraban en la ocupación y que fueron apresadas por ir al hospital
para saber información sobre los heridos que arrojó el enfrentamiento,
según las primeras denuncias que de a poco se van haciendo públicas. Las
nueve personas imputadas, quienes serán procesadas por los delitos de
violación de propiedad privada y homicidio doloso.
Según las versiones que manejan los lugareños, las
fuerzas policiales se encargaron de rematar a los campesinos que
resultaron heridos, ejecutándolos y desapareciendo los cuerpos,
impidiendo que éstos fuesen auxiliados o reciban atención médica.
Las tierras ocupadas por el grupo de campesinos que
no estaban nucleados bajo ninguna organización, ya había sido motivo de
varias ocupaciones anteriores por otras organizaciones campesinas y en
todos los intentos han sido desalojadas. El político y ex senador Blas N
Riquelme, perteneciente al partido colorado, se apropio
fraudulentamente de esas tierras1 y actualmente goza de total impunidad erigiéndose como el supuesto dueño de la propiedad.
El acaparamiento de tierras en manos de un sector
minoritario, privilegiado, el avance del cultivo de la soja y el
agronegocio, es motivo de graves conflictos sociales hace décadas en el
Paraguay y una de las principales causas de este triste episodio, las
consecuencias, hasta ahora en el plano político institucional fue la
destitución del Ministro del Interior Carlos Filizzola, lo reemplaza
Rubén Candia Amarilla ex Fiscal General del Estado, reconocido por
impulsar en años anteriores toda una campaña de persecución y
criminalización de la luchas sociales. Lo que seguirá, sin dudas será un
nuevo periodo de militarización violentando territorios y comunidades
campesinas, propiciando persecuciones y violaciones de derechos humanos,
un clima de alta inestabilidad política donde los partidos de derecha
serán los más privilegiados, conspiraciones y negociaciones a menos de
un años de las próximas elecciones presidenciales, se abre un terreno
propicio para una mayor injerencia de los Estados Unidos Colombia con su
planes de seguridad y control, para garantizar el latifundio y la
inversión privada.
Por ahora se vive en el país un clima tenso, en un
escenario bastante complejo, se visualizan muchos intereses en juego,
manipulaciones, conspiraciones y un avasallamiento total a las familias
campesinas empobrecidas.
Abel Irala
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